lunes, 28 de junio de 2010

En busca de lo inexistente.

capítulo 17.


Bien, después de tanto tiempo para tomar mis decisiones, decidí a volver a aparecer ... ya era demasiado lo que pensaba, las cosas que no me dejaban respirar, todo era un cúmulo de agobios que no dejaban seguir mi día a día, y lo mejor de todo , era volver, aparecer de nuevo... intentar saber llevar la extraña situación. Pero esto no era tan fácil como yo creía, puesto que con el último mensaje de texto recibido me decías adiós, lo dabas todo por perdido... pero no era así, había algo que podía cambiar y solo yo podía hacerlo, solo, si lo intentaba y volvía a dar un paso, esta vez yo, en tu lugar. Decidí pasearme más por tus lugares mas visitados, por tus lugares de trabajo, por cada esquina en la que tu puedieras estar.... al menos solo verme, o echarme un ojo sin que yo me diera cuenta... y sí que te ví... y puedo jurar que viste mis intenciones... pero no hacías nada por volver. A las dos semanas , me di cuenta que aqui pasaba algo, nada bueno precisamente... ibas a irte. Si, ibas a dejar la ciudad por un tiempo, el destino impuesto era otro continente, otro país, y te ibas sin decirme nada, yo no sabía por cuanto tiempo ni si volverías... cada día que pasaba era uno más en el que yo moría de ganas por ir a verte por "ultima vez" o despedirte, o quién sabe que... pero no podía, habia algo que no dejaba sacar mi fuerza interior para hacerlo... entonces decidí dejar que el destino siguiera su curso y esperar a que algo me llevara a lo que fuese lo mejor para mi... y no sé si tú eras aquello... Cada día era uno menos de estar contigo y los segundos pasaban muy rápido... quién sabe cuando cogerias ese avión...


A.

lunes, 17 de mayo de 2010

Rara conexión.

capítulo 16.


1... la rara sensación que apareció con el anterior mensaje de texto, se hizo diferente en éste último. Te comprendía perfectamente, sé a dónde querías
llegar con todo ésto. Pero la duda acechaba... como siempre. En la mañana siguiente, te vi pasar en un cruce y esa sensación volvía a aparecer en mi. Por
más que te evitaba al final siempre terminaba por hablarte... y eso fue lo que pasó esa misma tarde. La autoconvicción que me hacía día a día parecía
que me dañaba poco a poco, pero era lo que debía hacer. Cuando me rozaste al cruzar la esquina , opté por desaparecer para no causar más daño...pero
bueno, esa misma noche tocaba el último mensaje, el último "aviso"... la última oportunidad de engañarme o de querer creer en algo que no existía...
en cuanto vi aquel texto, mi mundo se derrumbó por momentos... no sabía si ir a buscarte como si me llevara la vida en ello , o borrar todos los recuerdos
por los cuales me acordaba de ti a todas horas...
0: ¿Qué hacer cuando te sientes perdido? ¿Qué hacer cuando la ilusión de conocerme no calma la pena de perderme?
No me entiendo ni yo misma, no quiero preguntarme , porque no quiero pasarlo mal...para mi esto no es ningún juego y si, claro que lo estaba pasando mal.Cursiva
Tus palabras a medida que pasaban los días las entendía más y más... puesto que tú me has hecho creer, me has inspirado, me has hecho volver a sonreir,
volver a tener ilusión por algo que no se ha empezado , pero que nunca jamás iba a terminar. Yo siempre voy a estar a tu lado, SIEMPRE. Pase lo que pase,
aunque ahora no me sientas... ni te sienta yo a ti, siempre voy a estar cerca.. jamás marcharás de mi lado, eres demasiado como para dejarlo todo en un
supuesto "amor de verano", no tiene nada que ver... lo nuestro no se llama así, puesto que es indescriptible. Aquí estaba y aquí está ahora la respuesta
de aquel mensaje... ese mensaje del 23 de agosto. ¿Qué hacer cuando lo ves todo perdido? Ahora esperar, era lo último que quería hacer.

A.

martes, 4 de mayo de 2010

Sombra de ti.

capítulo 15.


Ahora, por fin... conseguiste desconcertarme por completo. 2. ¿Qué significaba todo esto? Definitivamente había algo detrás. Pero lo mejor de todo esto
era que confiaba plenamente en lo que podías decirme, tus palabras jamás podían herirme. Nunca. Tenías esa increíble capacidad de que todo lo que decías
penetraba en mi interior y hacía una especie de "vacío" que me hacía dejar de respirar por unos instantes. ¿Y sí ésto se iba a terminar? ¿Y si nuestra
historia tiene un fin? Hacía más de un mes que mis labios no rozaban los tuyos... pero aún así seguía viva, en pie. Algo confundida conmigo misma puesto
que, como tu infidelidad se hacía dulce en mi boca... no sabía que camino tomar ésta vez... yo no hubiera tenido tanta paciencia, pero ahí estabas.
A medida me daba cuenta que teníamos más cosas en común de las que ya teníamos... pero también nos diferenciabas muchas... como ésta: la paciencia.
Yo era una cabeza loca que mi paciencia se esfumaba cada vez que no obtenía respuesta. En cambio, tú... tan constante y paciente como un niño cuando
espera su regalo por Navidad. Cuando me quise dar cuenta de todas estas palabras, escuche el cantar de los pájaros de mañana, y me di cuenta de que la
madrugada había entrado a través del pequeño hueco de mi ventana y los primeros finos rayos de sol acariciaban mi cara, recordándome que me tocaba luchar
otro día más contra el "esperado destino". Ya no tenía nada en mente... solo quería intentar empezar una relacion diferente contigo... me ahogaba el hecho
de pensar que no eras libre... pero por otra parte...¿ no es precioso mirar la sonrisa de una persona especial cada vez que le regalas pequeñas partes de
tu tiempo y se siente agradecida? Te lo agradezco... al igual que tú a mi. Al caer la noche, esperaba el sonido familiar de siempre. Y sí, claro que estaba
en lo cierto: 1 ...

A.

viernes, 30 de abril de 2010

Me pican los recuerdos.

capítulo 14.



Mis ojos se abrieron como platos al acercarme al teléfono a observar ese corto sms... ¿Qué podría significar? pensé en miles de respuestas en el momento
pero niguna era coherente...
-quizás te habrías equivocado... quizás quieras decirme algo... quizás desaparezcas por fin... quizás había pasado algo importante... bien, estuve
pensándolo el resto de la mañana, pero en el resurgir de la tarde, se me había escapado del pensamiento. Finalmente me decanté por salir de casa y
airearme, hacía un bonito día soleado y era para disfrutarlo, con muchas ganas! Mientras, tú estabas como siempre... mirándome "sin que yo me diera cuenta"
pero no lo conseguías... eras demasiado para no sentirte, pesara lo que pesara. Aunque no hube respondido al mensaje de texto, yo sabía que tú me conocías
demasiado y que ahora mismo estarías acordándote de mi, de todo... sobre todo por las noches, cuando la brisa del ápice del anochecer me rozaba los dedos
de los pies, cuando siempre salíamos a mirar las estrellas... Dios, empecé a recordarte de nuevo, no puede ser, otra vez volvía el leve vacío en el
estómago de semanas atrás...
¿donde estabas tú cuando yo descubría los colores? y mira todo lo que había pasado... es una alucinante historia, después de todo, aún no me lo terminaba
de creer... mañana me podía despertar del sueño sin tu presencia, ni tus llamadas, ni expresiones, sin tu voz... sin ti. ¿Podría ser así?
Qué de sorpresas nos da la vida en nuestro camino, verdad? pero tú, que apareciste sin avisar, y sin dar explicaciones ... no eres una sorpresa, eres una
realidad, un ser lleno de vida y buenas palabras siempre para mi... un alma que vaga en busca de la hermosura de un nuevo amanecer en verano, o de una grata
sonrisa en los labios. LLegó la noche, ambiente suave, nocturno... de repente escuché un sonido familiar... había recibido un nuevo mensaje de texto.
Tuyo. Otra vez. Y decía: 2 ...

A.

martes, 20 de abril de 2010

Algo en el camino.

capítulo 13.



Dejando problemas aparte, aunque yo me mantuviera al margen de esta maldita situación, tú no dejabas de intentar buscarme, y eso demostraba muchísimo por
tu parte. Aunque me hacía daño, me perjudicaba por el hecho de que no me dejaba olvidarlo... olvidarte a tí y a todo lo que pasamos. Era inevitable
preguntarme día a día si iba a volver de nuevo... pero yo ya no te veía tan claro como antes... eras como un espectro que se iba difuminando con la fuerza
del olvido y de la rabia. El amor ya no estaba por encima de todo esto... ya no creía en él, ni en ti... ni siquiera creía en mi misma. Y lo peor de todo
es que había entrado en un abismo tan grande, que cuando paseaba por la calle, miraba bien alrededor para que no nos cruzáramos ni siquiera a 3 metros...
iba a escapar, a evadirme de todo... a preguntarme a mí misma porqué era bueno o malo. Una noche, ya casi cuando no servían copas en los bares, y en la calle
se respiraba un ambiente de amanecer, me dirigía hacia casa, muy cansada... y, apareciste por casualidad a la vuelta de una esquina... me agarraste
levemente del brazo a la vez que me mirabas fijamente con la vista alicaída, diciendome: vuelve, hablemos... pero me dí media vuelta a la vez que decía que
era muy tarde y debía volver a mi casa. Cuando desapareciste.. emprendí mi marcha y creía que volaba de lo que pude correr... lágrimas amargas caían redondas
de mis mejillas y me susurraban si esto, era lo correcto. Debía mantenerme firme y no volver a caer... a partir de aquella noche la cosa cambió... no recibía
mensajes de texto como todos los días anteriores, ya no tenia correos electrónicos diciendome lo preciosa que me encontraba esta mañana... o... mismamente
ya no recibía llamadas perdidas de buenos días, ni de buenas noches... pero, una semana después... vi algo que no fue normal, en mi teléfono, un mensaje y
al parecer era tuyo: 3 ...


A.

lunes, 5 de abril de 2010

Incomprensión.

capítulo 12.



Poco a poco, el verano concluía... los días se hacían cada vez más pesados y mis ojos no eran tan cristalinos como hace dos meses... apenas creían. Mi mente
se había centrado tan sumamente en intentar olvidarlo todo que no se daba cuenta de lo que estaba perdiendo poco a poco... tú, como siempre, seguías
insistiendo día tras día, buscando una voz alentadora que le dijera que estaba todo bien... que por fin iba a "volver", pero yo seguía igual... aunque
tu magnífica esperanza no cesara nunca, en ningún momento. Ella estaba contigo, yo estaba con "otros"... necesitaba tiempo y libertad para ser yo, para
que mis alas por fin echaran a volar sin miedo alguno de caer en picado a causa de un "balazo" de necesidad.
Era todo como si se apagara lentamente, sin ningún drama... hasta que un día tuve noticias, no precisamente buenas. Ahora mis dudas me atacaban más aún.
¿Y si no habías cambiado?¿Y si solamente era una maldita incomprendida?¿Y si realmente me enamoré de ti? Hice una especie de amago para volver a ti, pero
mis preguntas acechaban, y con ella tu pequeña desconfianza... al igual que la mía... ¿Realmente era yo la única? Pongo la mano en el fuego a que jamás
habías sentido algo semejante, pero la duda me destrozaba... tengo que hacerlo, debo hacerlo... y sí, te pregunté. Pero las respuestas cada vez eran más
confusas y no podía seguir viviendo en una noria que no paraba de balancearse entre metáforas, debías ser claro, por una vez en tu vida.
- no sabes cómo te echo de menos, te adoro...
¡no quiero que me quieras, ni que me adores!¡sólo quiero que me digas que coño pasa aqui!¡no quiero enamorarme de algo inexistente, por favor! lo "posible"
se volvía invisible a mis ojos. Deseo tocar el cielo una vez más con tus deseos de querer y no poder tener... pero debo aguantar, sólo así, encontraré
mi verdadero camino...¿lejos de ti? Necesito respuestas...


A.

jueves, 1 de abril de 2010

Sin los pies en el suelo.

capítulo 11.




Cada día, era uno más sin ti, me sentía realmente orgullosa de ello, puesto que pensé que ésto iba a superarme... aunque tenía mis momentos, y... tu no mostrabas ningún desinterés en mi, seguías "luchando" para que volviera. Me sentía mal, porque no podía hacerlo, sería muy injusto, te quería demasiado y por cada día que pasaba, me distraía en más cosas y... dejaba tu figura a un lado. -Tengo 16 años y una vida por delante.
Pensé.
Antes de que me decidiera por esto, me daba lo mismo... nunca le dí importancia a nuestra diferencia de edad, por mucha que fuera. Y ahora, parecía que buscaba cualquier excusa que me hiciera ver, o comprender, que no estabas echo para mí, que fue una simple coincidencia, incluso una equivocación. Podría ser... en esta vida me he dado cuenta que todo, absolutamente todo, que te propongas, puedes hacerlo realidad, sea a tiempo o no. Quizás tú viniste a mi, por una simple coincidencia, como dije antes, era lo único que sabía decir... no había mas inconvenientes hacia ti... por mucho que creyera en ellos...
Porque llegó un momento en que se me caía el alma a los pies cada vez que nos cruzábamos por la calle... ya no era la transparente mirada que nos hacía cómplices del principio, o por lo menos por mi parte.¿Crees que podría dejarte aparte? Yo quería, por encima de todo, volver a ser normal, una chica sin ninguna preocupación... y parecía que lo iba a conseguir... no podía estar atada a algo irreal, eso... no iba acorde con mi personalidad ni mi forma de ser... pero por otro lado... ¿Qué mal podría hacerme? Si cada vez que estabamos juntos era como si creáramos un mundo aparte.
¿El mundo está loco o soy yo, que no paro de dar vueltas? Probablemente, sería yo.
Después de todo... cada vez que dormía, no se me quitaba el mismo sueño de cada noche desde que te conocí... quizás era un aviso, o estaba escrito...
Definitivamente, me estaba volviendo loca. ¿No crees?

A.